Ya llegó el verano y Samanda, con 12 años no quería jugar con nadie, se quedaba en casa, no hacía nada, se estaba volviendo casera.
Llegó la Navidad, no quería hacer muñecos de nieve; si no venía a jugar alguna amiga, no jugaba.
Un día, el último de verano, salió a la calle; resultaba que era su cumple y cumplía 13 años y desde ese día pensó que no iba a ser nunca casera.
Alicia
Junio 2014
Llegó la Navidad, no quería hacer muñecos de nieve; si no venía a jugar alguna amiga, no jugaba.
Un día, el último de verano, salió a la calle; resultaba que era su cumple y cumplía 13 años y desde ese día pensó que no iba a ser nunca casera.
Alicia
Junio 2014
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